Podemos inferir, que ante la clara y explícita posición antimonárquica del próximo presidente de la república Sr Pablo Iglesias, la Casa Real se ha apresurado en traspasar el marrón de la decimonónica institución monárquica al heredero de la "casta" borbónica Felipe "el último", intentando con ello de contraatacar políticamente a lo que los españoles ya dicen BASTA.Obviamente nos hubiera gustado, que en lugar de abdicar, toda esta familia de vividores, hubieran elegido renunciar a la jefatura del estado, para darle a este último un impulso renovador, moderno y libre de atavismos, sin olvidar que son parte de un legado sanguinario y franquista.
Esperamos también, que el nuevo heredero del trono, canalice su supuesta preparación y decencia (también supuesta) en reconducir su vida política, llegando en su reinado ha presentarse voluntariamente a unas elecciones DEMOCRATICAS, que lo legitimen ética y moralmente ante las nuevas generaciones que no comprenden los derechos de cuna. ¡ Y que derechos !
Mientras tanto, esperamos que el nuevo monarca, cuando tenga que viajar por el mundo para buscar inversiones y negocios para la pobre España, se rodee de jóvenes emprendedores, profesionales de nuevo cuño, de personas con ideas nuevas y no como su padre, que durante todo su reinado, afianzó los negocios y las fortunas de unos cuantos (siempre los mismos) y que si sus viajes sirvieron para algo, fué para todos estos, menos para los súbditos que verdaderamente lo necesitaban. Con su repetido séquito de millonarios y amigos de cacería, solo demostró un profundo desprecio por la clase trabajadora y el pueblo que lo mantuvo, ....y lo mantendrá.
A ver también si el nuevo Rey,- que su único trabajo es serlo-, puede articular un discurso sin tener que leer lo que un negro le escribe y que dé entrevistas cuando los medios se lo soliciten y no escudarse, blindarse y esconderse ante tantos asesores, besamanos, chupatintas, cortesanos, papanatas y sumisos interesados, que parasitan en estas cortes machistas y profundamente anacrónicas que por supuesto pagamos nosotros.
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