Si todos conocen que me gustan los deportes de riesgo y asumo las consecuencias, una de ellas debiera ser que cuando tenga un "accidente" tenga que correr con los gastos de esas prestaciones médicas a cuenta de mi bolsillo y no del presupuesto público, pensado para enfermedades comunes, accidentes verdaderos, involuntarios y fortuítos.
De la misma forma, aquellos toreros que lucran con su execrable actividad, cuando los cornee un miura debieran ellos, a cuenta de sus pingües ganancias correr con su sanidad, sin exigir privilegios de atención ni menos gratis.
Si seguimos en ese plan, los conductores que sean condenados culpables por conducción temeraria y hayan sufrido accidentes por esa razón, la sanidad pública debiera cobrarles las prestaciones recibidas.
Tuve una amiga, que cobraba y cobra importantes ayudas públicas por su condición de enferma de distintos males, recibiendo innumerables atenciones hospitalarias por sus afecciones pulmonares y por ende, gratuidad en otro montón de medicamentos; pero la ironía es que sigue fumando como carretonera y su vicio contumaz debemos financiarlo todos los que encontraremos recortes cuando en el futuro necesitemos nosotros los sanos y normales alguna prestación.
Por ello, ahora que a todos nos está afectando la indiscriminación de los recortes, las nuevas autoridades deberían pensar en optimizar y regular las prestaciones y darse el trabajo de hacer un seguimiento que pueden hacer facilmente los médicos tratantes o de cabecera, para evitar estos abusos que son el pan de cada día en las consultas públicas y así reducir el gasto de forma justa, que equivaldría al doble de los que se pretende ahorrar.
¿¿Porqué tenemos que pagar los demás, las consecuencias de los caprichos, de las pasiones, de los hobbies ,de los vicios y de la temeridad de los otros , de las que muchas veces se lucran ???
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