Nuevamente los acontecimientos me sobrepasan. De Santos ha logrado que en lugar de pagar por sus adicciones y perversiones, propias de un católico y pepero, tengamos que darle las gracias por su arrepentimiento y por la devolución de lo mangado, por supuesto toda esta redención, humildad y lloros, después de que lo pillaran.
Por otra parte, una vez mas la prensa rosa, la seria y la otra, nos intoxican hasta el vómito con el culebrón Belén-Campa, que se han convertido en monstruos mediáticos y no hay ni una semana en que nos den un respiro de tanta decadencia y estupidez. Solo pido que ninguna de ellas se muera ahora, ya que de ser así, con seguridad el pueblo exigiría un funeral de estado, con luto nacional, banderas a media asta y por supuesto con la asistencia de la Familia Real en pleno y minuto de silencio en las cortes.
Siguiendo con la zaga de de estos surrealistas personajes, se sube al carro del éxito mediático el carismático Juan José Cortez, que ya no le basta con convertirse en estrella televisiva, sino que va mas allá y quiere aprovechar el tirón originado por la muerte de su hija, para chupar de bote público y convertirse en político.
Admiro en todo caso a este señor, que se lo ha montado de maravilla y que nos puede dar cátedras de como un revés se puede convertir en altamente rentable.
Ya quisieran padres menos afortunados, que han sufrido peores y mas injustas e irreparables pérdidas, en no tener que seguir trabajando, a pesar de no estar en condiciones sicológicas normales, pero que no les ha quedado otra, y sin embargo este listillo desde la misma muerte de su hija, nunca mas volvió al tajo y por lo visto de sus intenciones le quedó gustando.
CONTINUARA........................................................................................................
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