Acerca de los procedimientos policiales, ya aprendí la lección de que el día en que me convierta en delincuente, lo primero que haré será hacerme de un coche bonito, caro y de marca.
Hoy, Marzo 17, 12.05 horas, Aeropuerto Son San Joan; Saliendo del parquing de esa terminal aérea , conduciendo un BMW de menos de 8 años, encuentro un despliegue peineta (procedimiento policial específico de chequeo), con una puesta en escena cinematográfica, con 3 patrullas puestas en posición bloque y una decena de funcionarios, jóvenes, listos y apertrechados de material y adrenalina, con el fin -me imagino- de pillar a algún malo de los que campan tranquilamente por las calles y que hacen que España tenga el puesto numero 1 en consumo de drogas.
Pues bien, al pasar delante de ellos, me miran, me chequean visualmente y me dan paso sin contratiempos, pero curiosamente, mi hija y mi hijo con su novia, de edades comprendidas entre 20 y 23 años , que viajaban detrás mio, en un coche Opel de casi 15 años, son detenidos y chequeados con asiduidad, exceso de celo y desconfianza.
Obviamente, después de aquel control exaustivo y ejemplar, pudieron seguir sin mas; aunque observando yo desde una prudente distancia, pude comprobar que curiosamente, detenían para chequeo, solamente vehículos baratos, antiguos y con ocupantes que no evidenciaban precisamente una situación económica boyante.
Siempre quiero pensar que la policía se maneja por pautas científicas, proceden con profesionalidad objetiva y por último, con sentido común, pero visto lo visto, no hacen mas que actuar en base a estereotipos, que ya la delicuencia conoce de antemano, por tanto mientras controlaba a estos jóvenes , sepa Dios cuantos granujas se colaron por sus narices, conduciendo coches de mas de 5 MILLONES, ya que a ninguno de estos se le practicó ninguna detención, chequeo ni control.
Si lo dicho aquí lo puede comprobar cualquier ciudadano en 20 minutos, ¿como no lo van a saber aquellos que tienen el delito como forma de vida?
Por cierto un agente (el poli malo), que iba muy a la moda con gafas de sol en color a juego con su uniforme, gastó una cantidad ingente de energía, profiriendo amenazas de citaciones a los tribunales, detención e intimidaciones, mas propias de los chorizos que debe detener que de un funcionario ajustado a la ley, por hacerle ver de lo poco entendible del proceder de tal acción.
Por cierto, nunca mas dejaré la cámara de video ni la grabadora en casa, ya que de no ser por estos artilugios, Pepote aún llevaría placa.
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