El que Fdez. Bermejo haya jurado su cargo en un martes 13, no fué un gafe a su gestión, sin embargo la maldición de los gamos y muflones que fulminó en la famosa montería, terminaron hoy, con su cabeza como trofeo para colgar en la calle Génova, tal como lo dijo hace poco en el congreso el ex ministro Trillo, ese que no fué ni capaz de identificar acertadamente un montón de cadáveres de uniformados, después que se cayera un avión de desgüase que puso para su traslado, demostrando su ineficacia, desprecio, ignorancia y negligencia que le salió en ese entonces mas barata que la cacería de Bermejo. La fotografía, es el claro ejemplo de lo que se ha convertido la política española.
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