Una práctica habitual de los delicuentes desde hace un tiempo, es aducir que en el momento de delinquir se encontraban bajo la influencia de las drogas y parece que hasta ahora aún les resulta beneficioso como atenuante a la hora de dictar sentencia.
En cualquier país tercermundista y subdesarrollado esta condición de toxicómano o consumidor de drogas es un significativo agravante, cosa que es del todo lógica ya que lo contrario sienta un pésimo precedente y anima al que piensa robar, asaltar o matar ponerse hasta las cejas de drogas, en la seguridad que tendran trato de enfermos y no de simples desalmados y antisociales.
Tolerando y aceptando tal aberración jurídica se podría comparar a que los conductores que producen accidentes mortales, se defiendan también aduciendo que son enfermos alcoholicos y por tanto la justicia debe ser benévola con ellos.
Por tanto señor lector, si va a delinquir primero "coloquese", ya que si delinque sin drogarse, puede caerle todo el peso de la ley.
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