El Papa, El Buey, La Mula y Gallardón

 Resulta que ahora, el Presidente de la multimillonaria multinacional con sede en el Vaticano, a ese que le dicen Papa, sumo pontífice o Ratzinger para los colegas; fruto de la ociosidad, ha venido a decirnos de que cuando el pobre y manoseado niño Jesús nació en el pesebre, no había ni buey ni mula ni animal alguno y que ni siquiera la famosa estrellita existió. He leído por ahí,  que dijo que hasta el primer cornudo de la era cristiana (José) tampoco estaba presente en el evento y que solo su madre (la de JESÚS) estubo acompañando a su sagrado vástago por supuesto sin darle la teta.

Bueno es que nos vaya aclarando aunque con un poco de atraso, la verdad de lo cocinado allí. A ver cuando y quien nos explica, lo de quedar embarazada y parir sin haber conocido varón.

Lo que faltaría es que en cualquier momento, nos digan que tan señalado nacimiento tuvo lugar en una clínica de Belén, ya que en esa época la sanidad costaría menos que ahora.

Una anécdota mas de la santa iglesia católica y de sus patrones de turno.

Mientras tanto en la pobre España hambrienta, otro pontífice de traje y obsesión mesiánica y mediática con cargo de ministro y haciendo gala de su prepotencia y su condición de Opus, resuelve que para agilizar y desatascar la justicia, HABRÄ QUE PAGARLA.

Ojalá que este Gallardón, que dejó el consistorio capitalino con una deuda que seguirán pagando nuestros tataranietos, no se cambie al ministerio de fomento, porque en su afán  de desatascador, nos subiría la gasolina a 5 euros el litro y ya verán como descongestiona las calles y carreteras del Reyno, y así gestionaran cualquier problema. Si te duele la cabeza, el remedio mas rápido y eficaz es cortártela.

Y a propósito del Ayuntamiento de Madrid, la sucesora por ausencia del ministro, la ineficiente, nula y torpe Sra Botella de Aznar, ya no haya a quien destituir o cesar, para marear la perdiz de los ciudadanos y que no se enteren de que la única que se tiene que ir es ELLA.

Lamentable es que haya crisis de todo tipo, menos de imbéciles, sinvergüenzas y de parásitos con fuero.