Hoy a muerto la justicia en el Reino.
Hoy ha muerto la esperanza de miles de familiares, que nunca sabrán en que cuneta NO descansan los fusilados y ajusticiados por el pequeño, maldito y eunuco caudillo.
Tampoco ha quedado esperanza para el pueblo llano y de a pié, a que algún valiente juez como Garzón, vuelva a llevar a la justicia a tantos expoliadores, corruptos sinvergüenzas falangistas, pseudo-demócratas e hijos y descendientes de la dictadura, que se hacen llamar Populares.
Como si tanta abominación leguleya no fuera suficientemente asqueante, viene la presidenta del CGPJ = Cualquier Gañán Puede Juzgarnos y manifiesta OFICIAL y PUBLICAMENTE, que no todos los imputados son iguales, refiriendose al "Urtangarín" y que por eso gozará del privilegio de llegar en coche de lujo y oficial hastas las mismas entrañas del juzgado, sin que la pesada prensa lo incomode con sus molestas cámaras, las mismas que antes chupaba para conseguir publicidad gratis a sus fechorías.
También nos enteramos de que la Casa Real (esa que nos cuesta 50 millones Reales) "sugirió-conminó al provinciano Juez Castro para que tratara al yerníssimo con cautela, con guantes y que le dió varias directrices para su accionar. La prueba mas evidente de las presiones monárquicas y del éxito de ellas es que no se grabará dicho interrogatorio, ni en audio ni en video. ¡ Viva la Monarquía ! ¡Viva el Rey, que en su aburrido y falaz discurso navideño, nos aclaró y recordó de que todos eramos iguales ante la Ley. Nos imaginamos que se habrá referido a la Ley enda.
Vaya con el Juez Castro, ya cedió un pellizco del dedo, mañana cederá el brazo y antes de terminar la instrucción, habrá entregado el corazón; si no, ya tiene de ejemplo a Garzón y no querrá tener la misma suerte.
Antes era la Iglesia con la que topabamos. Ahora es la derecha y la monarquía. Dios nos pille confesados. Entre el paro, el hambre, los recortes, los desahucios, los sacrificios y ahora la burla sin miramientos de la justicia española demostrando desprecio a los ciudadanos, ¿no será hora ya de reventar?
Viñeta de Marisa Babiano
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