jueves, 22 de abril de 2010

Samaranch, Uno Murió, pero La Dinastía Continuará

Sabiendo que por defecto en este país la gente cuando muere se convierte automaticamente en buena, aunque hayan sido ladrones, criminales, corruptos o prevaricadores, es que aún a riesgo de convertirme en paria, haré mi comentario a contrapelo, de lo visto y oído de personajes públicos a raíz del deceso de Don Juan Antonio.

Un verdadero dirigente, desinteresado, generoso y altruísta como pintan al recién finado, no se queda 20 años presidiendo un comité, ni una junta de vecinos ni un club de barrio, ni menos pretende dejar convenientemente amarradas ciertas hebras para que sus descendientes gozen, aprovechen y se lucren de un ente que se financia (como todo) con dineros ajenos, perpetuando sus prebendas y privilegios, convirtiendo un puesto que debiera ser abierto a todos en una dinastía familiar y personal.

Prácticas propias de dictadores, lo que de seguro el Sr. Samaranch aprendió de su mentor Franco que el único deporte que practicaba bien, era el tiro al blanco en los pechos de los disidentes y los prisioneros del bando perdedor, cosa que no fue obstáculo para ser un ferviente prosélito del caudillo, en el que vió su canal de expansión para lo que todos estos burgueses falangistas buscan.......parcelas de poder.

Sus simpatizantes al hablar de él, matizan que su gestión tuvo luces y sombras, por supuesto detallando solo las primeras, ya que de una u otra forma, el sistema con sus tentáculos invisibles y poderosos , transformó en tabú las segundas.
Ahora que fustigan a tantos cargos públicos por haber recibido regalos a modo de coimas, si esos mismos hubieran ocupado la misma vara en ese entonces, ese COI nos habría escandalizado mas que Camps, Matas o el Bigotes ahora.

¿Funeral de Estado? , ¿porque no?, si hasta Belen Esteban se lo merece.



1 comentario:

Ruben Macon dijo...

Un artículo valiente y necesario. Yo no engo blog pero si lo tuviese hubiese escrito lo mismo.