Alguna vez tendría que ser la primera, en que estuviera a favor de la política catalana y es que una comunidad autónoma haya enfrentado con tanta vehemencia y coraje a una supuesta "tradición" tan defendida por los vestigios de la España profunda ,me parece una lección de lucidez, decencia, humanidad y valentía.
Por otro lado, los defensores de la tal "fiesta" son los mismos que aun exclaman, con añoranza y nostalgia, eso de que "con Franco esto no pasaba".
Tambien son del mismo club, de los que los domingos se golpean el pecho, tienen esposa y amantes cristianas, que están en contra de aborto, de los condones, de las pastillas del dia despues y por supuesto a favor de la vida de un embrión de 2 gramos de peso, pero que se solazan y divierten ese mismo domingo en ir a ver sufrir ,desangrarse, agonizar y morir a un noble animal de media tonelada y aplaudir el espectáculo
Catalunya tiene hoy, la oportunidad histórica de erradicar definitivamente de su comunidad, tan lacerante , primitiva y vergonzosa aberración, sin ningún tipo de complejos; otras comunidades seguirán su ejemplo.
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