Siguiendo la zaga del deceso del expresidente Suárez y la parafernalia y fastos que ello conlleva, aparecen como rapiñas, ciertos oportunistas, en este caso como escritores de libros, que exageran hasta el hastío, estiran hasta el infinito y exacerban hasta lo indecible, su breve y efímera coyuntura con algún personaje, vivo, o mejor aun fallecido (asi no los desmienten) al mas puro estilo del Tomate o Sálvame, ya saben; -- lo que no saben o no ha ocurrido de verdad se lo inventan y no pasa nada --aunque ellos juran y rejuran que sus publicaciones se veran como respetables.
Es el caso de Fernando Ónega un periodista de los que se graduaron en la universidad de la vida y que supieron sacar partido de la ingente aparición de medios con la vuelta a la democracia y que por cosas de la fortuna y se sabe que a título de haber sido un franquista recalcitrante , fué jefe de prensa de Adolfo Suárez durante 7 meses y medio (SI, siete meses y medio) hasta su finiquito, lo que a rentabilizado vitaliciamente.
Ni siquiera esperó a que el corazón del protagonista de su bastardo libro, dejara de latir y cuando Suárez en plena agonía, daba sus últimos estertores, el listillo Ónega promocionaba su libro "Puedo Prometer y Prometo".
Hay gente que por unas monedas venden a su madre, pero sacar partido económico y personal a costa de un muerto aun tibio es del todo execrable y vomitivo, aún para un franquista converso como el tata Ónega que es de esos que tienen principios, pero que si estos no les agradan a sus amos de turno, a los que les ponen el culillo en pompi , pues tienen otros.
Aparte de ser un derechista solapado y tibio, que va donde mas calienta el sol y que se gana la vida como puede rizando el idioma en tertulias geriátricas y deambulando en antesalas para cobrar y pedir favores de sus exbenefactores ,pudo lograr enchufar a su hija Cristina Ónega en TVE , ahora cesada de la entidad pública y recogida como responsable del departamento de prensa del CGPJ, también saltándose en este caso todos los prolegómenos, filtros, entrega de curriculos y entrevistas que cualquier periodista en paro y mas capaz tendrían que haber pasado; el tío en cuestión además ha sido un traidor a la confianza que en algun momento le tuvo el finado Suárez (7 meses y medio) y que por alguna razón que recién comprendo se la quitó. En fin , este veterano periodista tanto tiempo cerca de políticos, ha aprendido mucho de las prácticas de acomodos y de tráfico de influencias de los que critica, aunque ahora con el dichoso librito que le deparará una pingüe jubilación lo haya convertido ya no en un periodista pedigüeño, segundón y rastrero, sino en un paria oportunista, mercenario y rapiñero.
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