domingo, 6 de noviembre de 2011

Alfredo Avanza y El PP Espera con Desesperación Romper La Piñata



 Igual a la fábula de la liebre y la tortuga, Rubalcaba se moja y sigue avanzando, mientras Mariano Tics no mueve ficha, toda vez que sabe que su castillo de naipes pegado con mocos, puede derrumbarse al mas mínimo suspiro y lo mejor  por ahora es decantarse por la máxima de los perdedores, fracasados y oportunistas "Quien Nada Hace Nada Teme".

 Sigue sentado, esperando y DESEANDO que las cosas empeoren, ya que será su única baza para intentar romper la piñata que tan esquiva se le ha antojado en los ultimos ocho años. Debajo de ella   esperan impacientes  muchos  bellacos, los mismos súbditos de Aznar que daran cuenta de los pocos caramelos que puedan quedar. Tiene la convicción íntima que ni Dios nos ayudará en un momento como este, pero eso es lo de menos; lo primero es llegar al poder, lo demás......ya veremos.

 Se soban las manos, sabiendo que tendrán la única oportunidad de la vida, para conculcar derechos, libertades, bienestar y recortar lo inpensable.

 Se preparan para ocupar una supuesta mayoría, para luego ofrecernos trabajo a sueldos al 50% y aumentando las horas laborales al 100% privilegiando una vez mas a sus amigos, a los empresarios y por supuesto a la banca cuyos créditos blandos a 0% de interes para financiar sus campañas, de alguna forma se los tendrán que agradecer.
 ¿Trabajo?:  en esas condiciones, en aprovecharse de la necesidad, del hambre y de la desesperación del proletariado, por supuesto que tendremos, pero a costa de humillar al trabajador, de coaccionarlo, de poder despedir por ser feo,  despidos que con el PP en el poder les saldrán mas encima gratis.

 Y como es tanta la voracidad reprimida, los recortes serán para todos menos para ellos, lo poco que queda será repartido entre correligionarios y falangistas de cepa y el resto no tendremos mas alternativas que hacernos proclives al régimen o a la iglesia para coger algo del chorreo del que siempre habla la derecha.

 Änimo Alfredo, los últimos 100 metros son los que cuentan.

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