Gracias a la vida, que después de ver a tanto maromo, busconas, chaperos televisivos, políticos sinvergüenzas y vividores del cuento, estén aflorando en todo su potencial, jóvenes y muy respetables valores deportivos, como Nadal, Contador, Pedroza, Elías y ahora nuestro Campeón Mundial, Jorge Lorenzo.
Es que ha sido un verdadero bálsamo para nuestros sufridos espíritus, el que despues de tanta zozobra finaciera, laboral y económica, estos justos campeones nos hayan brindado esta necesaria aunque efímera satisfacción.
Esperanza es lo que se siente, el ver que estas frescas promesas ponen de manifiesto que no todos los jóvenes sufren lo denominado como generación Ni-ni y que existe una buena parte de ellos, que luchan por sueños que con constancia, trabajo y talento, éstos son posibles.
En estos tiempos en que las cadenas televisivas compiten en mostrarnos indecencia, ignorancia, bobería y estupidez, la lección que nos dan estos talentos deportivos, es que aún hay esperanza de que nuestra juventud todavía tenga futuro.
Gracias Lorenzo, Maestro y ojalá referente de muchos.
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